Ático dúplex en una de las zonas más residenciales de Zaragoza, distribuido en dos plantas con dos ambientes diferentes conectados por una escalera que combina vidrio y madera natural de roble para conseguir un elemento ligero con ese toque acogedor que buscaban los propietarios. En la planta de abajo tenemos por un lado la zona de día: un espacio diáfano que incluye un amplio salón con chimenea y el comedor, ambos conectados con la cocina, delimitada por tabiques de vidrio vinilado que permiten el paso de la luz dando la discreción que necesitan estos espacios. Por otro lado tenemos la zona de noche, separada del resto del planta por una puerta corredera de suelo a techo en madera de roble, a juego con las escaleras, que incluye dos amplios dormitorios con armarios empotrados y dos baños completos con ventana.
La planta de arriba cuenta con un luminoso distribuidor convertido en estudio con gran capacidad de almacenaje gracias a los muebles fabricados a medida. El espacio se completa con una cristalera interior con palmeras que comunica con la planta de abajo y unas vistas a la terraza de más de 70 m2, totalmente acondicionada para disfrutar del espacio exterior cuando el tiempo lo permite. El dormitorio principal también se ubica en esta planta y dispone de un amplio vestidor y baño propio. Para conseguir una ventilación óptima en esta parte de la vivienda se instala un pequeño recuperador de calor con impulsión en el dormitorio y retorno en el baño.
A nivel técnico, se aíslan todos los techos de la vivienda y la nueva carpintería es de PVC con triple vidrio.
Testimonio: «Se ha conseguido una vivienda acogedora con espacios muy amplios y luminosos que cubren todas nuestras necesidades»